El Altiplano de Granada se sitúa al noroeste de la capital provincial, rodeado por las Sierras de La Sagra, Parque Natural de la Sierra Castril y parque Natural de la Sierra de Baza. Es una vasta superficie de amplios llanos, vegas fértiles y ramblas que surcan y esculpen el terreno ensalzando las características tan particulares de la zona. El centro del altiplano esta presidido por el Cerro de Jabalcón, una montaña solitaria desde la que se puede apreciar la inmensidad del terreno. A sus pies se extiende el Embalse del Negratín, una extensa superficie de agua, en la que se pueden practicar varios deportes acuáticos así como disfrutar del sol en sus playas de agua dulce o la observación de aves.
La cuenca fue formada hace millones de años por la constante acumulación de aguas provenientes de las sierras que la circunvalan. Aun hoy se pueden encontrar restos geológicos del gran lago continental que cubría el altiplano.
La deposición de sedimentos tan continua durante millones de años, (principalmente arcillas y arenas ), fue tal que llegó casi a colmar el lago dejando solamente una lamina de agua en lo que actualmente se conoce como la Hoya de Baza.
Hace más de 45.000 millones de años, la red de drenaje del Río Guadalquivir, remontó hasta la cuenca de Baza-Guadix, cerrada al mar hasta entonces, y se produjo el vaciado de la extensa laguna. Esto provocó una vez más la erosión del terreno formando ríos y ramblas y creando lo que hoy conocemos como El Altiplano.
A pesar de las altas planicies desérticas, la riqueza de las tierras en la cuenca del Guadiana Menor y sus vegas, atrajo los primeros pobladores de la zona congregándose en asentamientos que dieron lugar a los pueblos Freila, Zújar y Bacor entre otros.
Estos pueblos han sido testigos del ir y venir de las diferentes civilizaciones que transitaron el altiplano y de las que todavía hoy se pueden encontrar vestigios de su presencia como el castillo árabe de Freila y sus cuevas.